Los problemas de salud dan bastantes quebraderos de cabeza primero a quienes los padecen y segundo a sus familiares. Cuando es necesaria una hospitalización la cosa se complica aún más, porque además de los temores y de las molestias que podemos sentir, se unen también los gastos que acarre un ingreso. La intervención quirúrgica y la hospitalización pueden encontrarse en un módulo único o bien en pólizas separadas y totalmente distintas, de manera que se puede cobrar por un solo concepto sin que se dé el otro. Es decir, sin en una intervención quirúrgica no se necesita la hospitalización, el titular cobrará igualmente por la operación.
Las pólizas de hospitalización pueden incluir además una renta diaria por recuperación después del alta. De esta forma, hasta que el enfermo se recupere, podrá recibir un subsidio diario mientras permanece en su hogar. Esta cláusula se puede incluir en el contrato básico o bien como una cobertura adicional. La cantidad percibida es generalmente inferior a la que se cobra en el hospital.
El traslado de los familiares al hospital o su permanencia en un hotel si residieran fuera de la ciudad son algunos de los gastos extra que pueden surgir. A esto se une la necesidad de que los niños y personas mayores dependientes queden al cuidado de una persona, o la posibilidad incluso de que el cónyuge deba tomarse unos días libres sin percibir sueldo en su trabajo. Para intentar paliar estos gastos los seguros de indemnización por hospitalización brindan además una indemnización por cada jornada diaria que el tomador permanezca ingresado.